Hoy hablamos de Graz, capital de Estiria, uno de los nueve Estados Federados de Austria. Situado en el sureste del país, esta región es perfecta para viajeros que busquen un lugar repleto de naturaleza donde poder disfrutar del ski, las rutas por la montaña o el ciclismo.
Pero hoy queremos centrarnos en Graz y enseñaros esta ciudad que, estamos seguros, os enamorará con sus callejuelas, patios interiores y fachadas. No en vano, su centro histórico fue nombrado Patrimonio de la Humanidad en 1999 por considerarlo el “núcleo urbano antiguo mejor conservado de Europa Central”.
Como todas las ciudades, Graz es una muestra viviente de su historia. Por suerte, no resultó tan dañada en la II Guerra Mundial como otras ciudades, lo que ha permitido que conserve toda su esencia. Tal y como empezamos a pasear por sus calles ya descubrimos la mezcla de estilos renacentista, gótico y barroco de sus edificios.
Herrengasse
Empezamos nuestra visita en Herrengasse, la calle principal de la ciudad. En concreto, nuestra primera parada es la Landhaus, un precioso edificio Renacentista especialmente conocido por las arcadas de su patio interior. Este edificio del Siglo XVI, obra del arquitecto italiano Domenico Dell’Allio, es la sede del Parlamento Regional de Estiria. En Navidad también acoge un famoso belén de hielo que seguro que os sorprende, mientras que en verano sus arcadas se encuentran llenas de flores. ¡Un rincón imprescindible en cualquier época del año!
Landeszeughaus
Justo a su lado podemos ver el Landeszeughaus, un edificio barroco que en su día fue la armería más importante de toda Austria. Si levantamos la vista veremos en la fachada dos impresionantes estatuas que constituyen toda una declaración de intenciones: Marte, el dios de la guerra,y Minerva, diosa de la guerra y las artes.
Debido a su ubicación, Graz se vio obligada a desarrollarse como un importante centro defensivo, especialmente en el siglo XV con el avance de los Otomanos. Por ello, crearon este edificio con el objetivo de poder almacenar mayor cantidad de armas. Estas circunstancias, junto al deseo de mantener la armería como testimonio de la valentía de los estirianos, permitieron que hoy podamos disfrutar de una colección de más de 32.000 piezas, incluyendo armas de fuego, espadas y armaduras, entre otros.
Quizás una de las piezas más especiales sea una de las siete armaduras para caballos completa que se conservan en todo el mundo (otra, por ejemplo, la encontramos en Toledo). Sin duda, un museo sólo apto para los más fanáticos de esta temática.
Generalihof
Como el tiempo apremia, seguimos nuestra visita por Graz y vamos hasta el número 9 de esta calle, donde se encuentra el Generalihof. Este elegante patio interior acoge conciertos de jazz en un entorno único, por lo que no podemos evitar pensar en cómo sería asistir a uno. Por desgracia, durante nuestra visita no había ninguno programado, por lo que seguimos nuestro camino por la Herrengasse hasta llegar a un edificio que nos llama la atencion: la Gemaltes Haus. Como su propio nombre indica, la fachada de este edificio se encuentra completamente pintada, representando diversos dioses griegos y romanos. Aunque se pintó por primera vez en el año 1.600, cuando aquí vivía el hermano del príncipe de Estira, no fue hasta el siglo XVIII cuando se pintaron por primera vez los frescos que hoy podemos disfrutar.
Hauptplatz de Graz
Nuestro paseo nos lleva hasta la Hauptplatz (literalmente, la Plaza principal de Graz), donde encontramos el ayuntamiento. De estilo historicista alemán tardío, este edificio atrae todas las miradas gracias a la majestuosidad de su arquitectura, con pequeñas torres en los laterales de su fachada principal y una cúpula en el centro. Si prestas más atención, encontrarás representadas a figuras importantes en la historia de Austria, así como figuras alegóricas que simbolizan el arte, la ciencia, el comercio y la industria. No pierdas la oportunidad de entrar si lo encuentras abierto. En su interior podrás disfrutar de bellos artesonados, perfectamente complementados con diversas obras de arte y elaboradas lámparas., además de un precioso patio.
En esta plaza encontrarás numerosos edificios con imponentes fachadas, entre las que destaca la Luegghaus por sus soportales y su decoración de estuco. ¡Presta atención a las guirnaldas! Entre la fruta y las flores encontrarás bocas y narices escondidas. ¿No te parece curioso?
Patio de la Orden de los Caballeros Teutones
Giramos por la Sporgasse, una pequeña calle comercial que conecta la Hauptplatz con la Karmeliterplatz, de donde sale la subida al Schloßberg (del que hablaremos más adelante). Más o menos a mitad de esta calle tan transitada (en la esquina con la Hofgasse) encontramos el Patio de la Orden Teutónica, un precioso rincón empedrado de estilo gótico tardío, rodeado de arcadas habitualmente decoradas con flores. Por si no lo sabes, la Orden Teutónica fue una orden similar a los Templarios fundada durante la Tercera Cruzada que tenía su sede en Polonia, en el Castillo de Mariemburgo (Malbork). Curiosamente esta orden sigue en funcionamiento, aunque ahora ha cambiado la lucha militar por la caridad. ¿Quieres saber otra curiosidad sobre esta orden? Ellos fueron quienes construyeron el famoso Castillo de Bran en Transilvania, conocido mundialmente como el Castillo de Drácula.
Si a estas alturas tienes hambre y quieres hacer un descanso puedes girar por la Hofgasse y visitar la Hofbäckerei Edegger-Tax, una de las pastelerías más antiguas de todo Austria (de hecho, en 2019 ha cumplido los 450 años de historia). Admira su elegante fachada de madera del siglo XIX, con una puerta coronada por el escudo del Imperio Austríaco, caracterizado por un águila bicéfala. De hecho, durante la visita de Fraz Joseph (el marido de Sissi) a la ciudad en 1888, este pequeño negocio fue el proveedor oficial de la corte.
Palais Saurau
Pero dejemos de hablar de comida. Para continuar nuestra visita volvemos hasta la Sporfasse y llegamos hasta el Palais Saurau, un palacete del siglo XVI remodelado en estilo barroco. Seguro que nada más acercarte lo primero que te llama la atención es el guerrero turco que parece atacarte desde lo alto del edificio. Presta atención a la puerta de hierro, uno de los mejores trabajos barrocos de este tipo en Estiria. A solo unos pasos de aquí nos encontramos con la subida (a pie) al Schlossberg, lugar en el que antaño se situaba el castillo de la ciudad y del que hablaremos más adelante.
De regreso al casco histórico retomamos nuestro paseo desde el Patio de la Orden de los Caballeros Teutones y giramos por la Hoffgase buscando el número 15, donde se sitúa el Burg (Castillo). No dudes en atravesar el patio de este edificio para poder llegar a una de las joyas arquitectónicas de la ciudad: la escalera gótica doble de caracol de finales del siglo XV. La «escalera de la reconciliación» consiste en dos escaleras de caracol opuestas que se unen en cada piso para posteriormente volver a separase hasta el siguiente.
Catedral de San Gil
Justo frente a este edificio encontramos la Catedral de San Gil. No te dejes engañar por su austera fachada y anímate a entrar. Este edificio gótico fue actualizado al estilo Barroco en el Siglo XVIII. A pesar de que los frescos se cubrieron durante esta reforma, uno todavía se conserva en la actualidad recordando las tres plagas que sacudieron la ciudad en 1480 (la peste, la guerra y las langostas). Tampoco pierdas de vista el maravilloso púlpito y el coro, de una calidad impresionante.
Mausoleo del Kaiser Ferdinands II
No te pierdas el magnífico Mausoleo del Kaiser Ferdinands II (emperador Fernando II), situado justo al lado de la Catedral. Este edificio se considera uno de los más importantes del Siglo XVII de toda Austria. Bajo su cúpula turquesa que se aprecia en el exterior se esconde una rica decoración con bellísimos frescos y relieves de estuco. ¡No olvides levantar la mirada para no perderte sus maravillosos techos! En la cripta encontramos, resaltando con el blanco impoluto de las paredes, los sarcófagos de mármol rojo del emperador junto a su esposa, padres e hijos. Sin duda, se trata de uno de los mausoleos más importantes de la dinastía de los Habsburgo.
Glockenspiel (Carrillón)
Todavía sorprendidos por el Mausoleo, volvemos sobre nuestros pasos buscando al Bürgergasse, justo al otro lado de este monumento, hasta llegar al carrillón (Glockenspiel). Nos encontramos en pleno «Triángulo de las Bermudas», apodo que se ha ganado este barrio repleto de bares gracias a todos aquellos que desaparecen aquí durante horas. Un lugar perfecto para tomar algo mientras disfrutamos de los edificios art-nouveau y del ambiente que aquí se respira. Pero volvamos al carrillón…
Una vez llegues a la plaza Glockenspiel busca la casa que hace esquina con la Abraham-a-Santa-Clara-Gasse. La reconocerás por su reloj dorado y por la bella cenefa que decora su fachada. Fíjate bien en las dos ventanitas que hay bajo el reloj, ya que es donde se esconde su mayor tesoro. Todos los días, a las 11:00, 15:00 y 18:00 h, una dulce pareja vestida con los trajes regionales de Estiria baila al ritmo de 24 campanas que tocan diferentes melodías según el momento del día y del año en que nos encontremos.
Stadtpfarrkirche
Nuestra siguiente parada es una iglesia que oculta entre sus vidrieras una sorpresa inimaginable para muchos. Volvemos hasta la Herrengasse, en concreto hasta el número 23, donde se encuentra la Stadtpfarrkirche (la Iglesia Parroquial de la ciudad). Federico III mandó construir en 1440 una pequeña capilla en el antiguo barrio judío de Graz, que a lo largo de los años fue ampliándose y remodelándose hasta conseguir el aspecto actual, que mezcla elementos góticos, barrocos y neo-góticos con algunos mucho más modernos de los que hablaremos ahora.
No te pierdas la capilla barroca de planta oval construida por Josef Hueber, ya que contiene una de las obras maestras que Graz esconde: La Ascensión de María, un bellísimo retablo atribuido nada más y nada menos que a Tintoretto. También vale la pena dedicar un minuto a disfrutar del órgano, uno de los mejores de la región de Estiria.
No olvides fijarte en las vidrieras situadas tras el altar mayor, destruidas durante la Segunda Guerra Mundial. Tras la guerra, Albert Birkle fue el encargado de reconstruirlas, tomando como temática principal la Pasión y Resurrección de Cristo. Acércate y recorre con la mirada cada una de las figuras que nos observan desde ellas, cuyos expresivos rostros muestran terror y sufrimiento. ¿Te llama la atención alguna en concreto? Entre aquellos que atormentan a Cristo encontramos dos rostros muy conocidos: los de Hitler y Mussolini. Durante el nazismo las obras de Brikle fueron consideradas como «arte degenerado», por lo que el artista decidió vengarse de ellos de este modo.
Subida al Schlossberg de Graz
El segundo día lo dedicamos a visitar con tranquilidad el Schlossberg, una colina en la que encontramos las zonas más verdes de Graz. Desgraciadamente, del antiguo castillo que le da nombre únicamente se conserva la torre del reloj.
¿Quieres saber la leyenda que rodea esta fortaleza? Se dice que el diablo prometió proteger la ciudad a cambio de las primeras almas que subieran a esta montaña. Los habitantes escogieron a una persona y la enviaron allí, haciendo que el diablo fuera volando hasta la roca. Cuando regresaba descubrió que el pueblo estaba festejando el Domingo de Pascua con una gran procesión que no le permitió ejercer ningún poder sobre el pueblo ni sobre aquella pobre alma. Lleno de furia, cogió la roca y la arrojó sobre la ciudad partiéndola en dos fragmentos: uno de ellos dando lugar al Schlossberg y la otra al calvario. ¡Me recuerda a la leyenda de la Catedral de Aquisgrán!
Pero creo que me estoy adelantando y seguro que queréis saber cómo llegar hasta aquí. Como os comentaba, cerca del Palais Saurau hay un camino por el que se puede subir. Pero si no se quiere hacer este trayecto a pie, también se puede tomar el Schlossbergbahn, un funicular que te obsequia con unas preciosas vistas de la ciudad durante el minuto y medio que dura el trayecto. Para tomar el funicular deberás dirigirte al Kaiser-Franz-Josef-Kai número 38, junto al río Mura, donde se encuentra la estación.
Otra opción es tomar el Schlossberglift desde la Schlossbergplatz, donde se sitúa el Reinerhof (el edificio más antiguo de Graz). No pierdas de vista la gran escalera que asciende a lo largo de la montaña. Se trata de la Schlossbergstiege y, desgraciadamente, fue picada directamente sobre la roca por prisioneros de guerra tras la I Guerra Mundial.
Nos adentramos en las instalaciones del Schlossberglift, un ascensor de cristal que atraviesa la montaña desde el interior. ¡No apto para claustrofóbicos! Las galerías en las que nos encontramos (con una longitud total de 6’3km y 20 entradas) fueron construidas durante la Segunda Guerra Mundial como refugio antiaéreo. ¡Otra huella más de la historia de Graz!
Schlossberg
Como no podía ser de otra manera, el Schlossberg es el lugar de recreo favorito de los habitantes de Graz (y, por supuesto, de los turistas que visitan la ciudad). En lo alto de la colina encontramos preciosos rincones por donde pasear y que acogen numerosos eventos al aire libre durante los meses más cálidos. ¡Vamos a descubrir estos rincones!
Como su nombre indica, en lo alto de la colina se situaba el castillo de la ciudad. Por desgracia la fortaleza desapareció a principios del Siglo XIX, aunque su fama todavía se conserva. De hecho, ni siquiera Napoléon fue capaz de conquistarla, sino que, tras la conquista de Viena, tuvo que amenazar con destruir la capital si no se derribaba la fortaleza.
De la fortaleza únicamente se conservan dos elementos, gracias a que los ciudadanos de Graz pagaran un rescate para librarlos de este derribo: el Uhrturm (la torre del reloj) y el Glockenturm (el campanario).
Glockenturm
Empecemos visitando este último. Este campanario de planta octogonal acoge la campana más famosa de la ciudad: Liesl, de 5 toneladas de peso. ¡Casi nada! De hecho, esta campana no se pudo mover hasta que dos forjadores lograron (no sin esfuerzo) construir un mecanismo propio que pudiera mover a Liesl. Hoy en día, esta campana suena 3 veces al día con nada menos que 101 campanadas. ¿Por qué 101? Porque, según se cuenta, fue el número de cañonazos a los que sobrevivió esta campana.
Nuestra siguiente parada es el Pabellón Chino, un pequeño edificio del siglo XIX en el que actualmente se celebran bodas con unas vistas inmejorables. Se trata de un lugar ideal para descansar un poco a la sombra antes de continuar recorriendo la ciudad. A tan solo unos pasos encontramos el conocido como «asiento del obispo», un pequeño banco de piedra en el que, según se cuenta, murió el obispo conde Nádasdy tras ser puesto en libertad después de 40 años encerrado en las mazmorras del Schlossberg.
Uhrturm
Siguiendo nuestra ruta llegamos por fin a la Uhrturm, una preciosa torre de 28 metros de altura que se ha convertido en emblema de la ciudad. Se trata de una torre medieval fortificada decorada con tres escudos de armas. Durante siglos este reloj ha servido a la ciudad de Graz, informando a sus ciudadanos de la hora y avisando si se producía un incendio gracias a sus tres campanas (cada una de ellas con un cometido).
Decidimos regresar a la ciudad a pie, aprovechando para recorrer el Herbersteingarten, un jardín en el que encontramos los llamados «jardines colgantes de Graz». Se trata de un lugar lleno de terrazas con plantas mediterráneas (no muy habituales en esta zona). Sin duda, es uno de los ejemplos más bonitos de los jardines creados en el periodo de entreguerras.
Si no te apetece bajar a pie pero eres un aventurero tienes una tercera opción para bajar después de la visita: el Schlossberg Rutsche, el tobogán subterráneo más alto del mundo, con casi 65 metros de altura (no apto para niños menores de 1’30 m). ¿Te atreves?
A orillas del río Mur
Llegamos a los pies de la colina y seguimos nuestra visita a la ciudad descubriendo uno de sus emblemas más modernos: la Murinsel (Isla del Río Mur). Construida en 2003, como consecuencia del nombramiento de Graz como Capital Europea de la Cultura, esta isla artificial de acero y cristal no solo conecta las dos orillas, sino que acoge en su interior un auditorio y una cafetería donde tomar algo en medio del río bajo una cúpula de cristal.
A ambos lados del río encontramos numerosos museos que llenan la ciudad de arte y cultura. Seguramente el más conocido sea el Joanneumsviertel, un centro cultural que acoge varios museos, así como la biblioteca de Estiria y el Centro de Actividades Científicas.
Si el tiempo te lo permite aprovecha para pasear por la Sackstrasse, una calle repleta de tiendas de antigüedades, joyerías, talleres y museos, considerada como «la milla del arte» de Graz.