Durante muchos años, esta ciudad fue uno de los lugares favoritos de personajes muy conocidos y aristócratas para sus momentos de descanso: desde Goethe hasta Freud, son incontables las celebridades que disfrutaron de las propiedades beneficiosas de sus aguas y marcaron la historia de la ciudad.
Géiser Vrídlo en Karlovy Vary, República Checa |
Pasear por el centro de esta ciudad (en especial, a orillas del río) nos permite disfrutar de elegantes edificios barrocos, neoclásicos y Art Noveau. Durante este paseo, es común ver a huéspedes de hoteles y balnearios con una jarrita en la mano paseando de un lado a otro de la ciudad, bebiendo agua de las numerosas fuentes medicinales que caracterizan la ciudad. Rodeando estas fuentes es común ver columnatas, construidas para permitir a los visitantes disfrutar de las fuentes de aguas termales incluso cuando el tiempo es desfavorable. Las más importantes son la Columnata del Parque (de hierro fundido, decorada con elementos florales), la Columnata del Molino (la más larga de la ciudad, de estilo pseudo-renacentista, coronada por 12 estatuas que representan todos los meses del año) y la Columnata del Mercado (de madera pintada en blanco, con arcos ricamente decorados).
Columnata del Parque en Karlovy Vary, República Checa |
Cabe destacar que numerosos edificios históricos de la ciudad son hoy en día balnearios y hoteles termales, por lo que sus visitas están restringidas si no se está alojado. Es el caso del Spa Imperial, donde se mezclan elementos renacentistas y barrocos con Art Nouveau; el Castillo o el Grandhotel Pupp, donde se alojan normalmente las celebridades. Se trata de un edificio de principios del Siglo XVIII que conserva sus salones con todo el esplendor de la época, transportando al viajero en el tiempo.
Grandhotel Pupp en Karlovy Vary, República Checa |
Pero Karlovy Vary no es solo agua y balnearios, la ciudad también ofrece otros atractivos: el maravilloso enclave en el que se ubica, parques, edificios religiosos… complementando a la perfección sus reclamos como destino turístico de salud. Una de las iglesias más conocidas de la ciudad es la Iglesia de Santa María Magdalena, un gran ejemplo de arquitectura barroca de Bohemia situado en una pequeña colina, vigilando la ciudad desde las alturas; aunque seguramente la que más destaca es la Iglesia de San Pedro y San Pablo, una iglesia ortodoxa de estilo bizantino que destaca por sus cinco cúpulas doradas y techo azul (aunque su exterior está actualmente siendo restaurado).
Por último, para terminar el día y relajarse no hay nada como un paseo por cualquiera de los numerosos parques de Karlovy Vary, especialmente por el Parque Dvořák, en el que se puede admirar la Columnata del Parque, diversas fuentes, el río, flores por todos lados, vegetación abundante… todo un espectáculo que sumerge totalmente en la naturaleza y hace olvidar que te encuentras dentro de una ciudad.