Retomando la visita a Salzburgo donde la dejamos, en la Abadía de San Pedro, cualquier paseo hacia el centro de la ciudad os conducirá a Kapitelplatz, uno de los centros neurálgicos de Salzburgo que concentra gran parte de sus monumentos. Lo primero que os llamará la atención es una fuente blanca del siglo XVIII que muestra a Neptuno sobre un caballo-pez, todo ello coronado con el escudo de armas del Arzobispo Firmian, quien dió la orden de construirla.
Catedral de Salzburgo (Salzburgo, Austria) |
A principios del siglo XVII una nueva catedral pasó a coronar el cielo de Salzburgo: un edificio barroco, el primero en este lado de los Alpes, que mostraba el gran poder de la ciudad en esa época.
Lamentablemente, durante la II Guerra Mundial la Catedral sufrió graves daños debido a una bomba y tuvo que ser reconstruida posteriormente, adquiriendo la imagen que podemos disfrutar hoy en día: un elegante e imponente edificio de paredes blancas barrocas, techos llenos de frescos y preciosos retablos.
Si no queréis perder ningún detalle de la catedral es obligatorio echar un vistazo a las rejas de la entrada, donde figuran las fechas de las 3 consagraciones de la Catedral, las 3 puertas de bronce que simbolizan la fe, la caridad y la esperanza, así como la pila bautismal, donde bautizaron a Wolfgang Amadeus Mozart, o la carretilla que se sitúa al lado de las estatuas de la fachada, representación de las carretillas usadas en el traslado de sal, el motor económico y símbolo de la ciudad durante mucho tiempo.
Entrada a la Catedral de Salzburgo (Salzburgo, Austria) |
Si os gusta la historia y el arte no podéis dejar pasar la oportunidad de visitar el Museo de la Catedral, situado en antiguas habitaciones barrocas anexas a la catedral, dando cobijo a un gran número de tesoros eucarísticos medievales y barrocos; así como el Museo de las Excavaciones de la Catedral, un museo arqueológico situado debajo de la Catedral, con restos de la antigua ciudad romana e importantes objetos encontrados en las excavaciones que muestran la evolución de los tres edificios.
Residenzplatz (Salzburgo, Austria) |
Al lado mismo del Glockenspiel se abre otra plaza: la Mozartplatz. En su centro encontramos, como no podría ser de otro modo, una estatua del célebre compositor. Si os fijáis en la base del pedestal encontraréis un mosaico romano con la inscripción “hic habitat felicitas, nihil intret mali» (“Aquí habita la felicidad, el mal no puede entrar”), encontrado durante las obras realizadas para alzar el monumento actual.
Estatua de Mozart en Mozartplatz (Salzburgo, Austria) |
Si os gusta el arte religioso y las iglesias, no os podéis perder la Kollegienkirche (Iglesia de la Universidad), situada justo detrás del Palacio de la Residencia. Una vez más, nos encontramos ante una bellísima iglesia barroca de paredes blancas con preciosas pinturas.
Si nos dirigimos hacia la orilla del río Salzach, nos cruzaremos en Getreidegasse (la calle comercial por excelencia de la ciudad, llena de letreros de hierro forjado) con la Casa Natal de Mozart (Mozartsgeburthaus), que hoy en día acoge un museo dedicado al músico en el que se exponen, entre otros objetos, instrumentos suyos, maquetas de las obras en las que trabajó, muebles de la época….
Getreidegasse (Salzburgo, Austria) |
Para finalizar nuestro paseo por la ciudad no se nos ocurre nada mejor que subir hasta el Kapuzinerberg, una montaña situada al otro lado del río desde donde podemos obtener la mejor vista panorámica de la ciudad y visitar el Monasterio de los Capuchinos, todavía habitado.
Si todavía no estáis cansados y queréis aprovechar todavía más la visita a la ciudad, podéis aprovechar vuestro paseo hasta este lado del río para visitar el Palacio de Mirabell, un edificio del siglo XVII, del que destacan especialmente sus bellos jardines, siendo un marco perfecto para un romántico paseo al atardecer.
Vista de Salzburgo y de los jardines del Palacio de Mirabell (Austria) |