Isla de Tabarca (Alicante)

Hoy queremos hablar de un pequeño paraíso, un pequeño rincón desconocido por muchísima gente: la Isla de Tabarca, la única isla habitada de la Comunidad Valenciana y la primera Reserva Marina declarada en España. Esta declaración, junto con la de Conjunto Histórico Nacional, ponen de manifiesto la esencia del lugar: playas y aguas paradisíacas, calles llenas de historia y una flora y fauna única y espectacular.

Debido a su localización geográfica y a su pequeño tamaño, lo habitual es alojarse en Santa Pola (a 3 millas náuticas) o en Alicante (a 11 millas náuticas y hacer una excursión de un día para conocerla; aunque también existe la posibilidad de descansar en alguno de los hoteles de Tabarca, lo que nos permitiría poder disfrutar con más tranquilidad de la isla.

La mejor manera de llegar es en barco, ya sea desde Santa Pola o desde Alicante, donde varias empresas realizan la ruta por un precio más que razonable (15 – 18€ ida y vuelta), aunque también es posible embarcar en Torrevieja o en Benidorm.

Murallas de Tabarca desde el Mar (Tabarca, Alicante)

Lo primero que se ve al acercarse a la costa son las murallas del siglo XVIII, construidas para proteger la ciudad de los frecuentes ataques de los piratas que surcaban el Mediterráneo. Una vez en tierra hay tres puertas de estilo barroco que permiten el acceso al interior del recinto amurallado: la puerta de San Miguel, orientada hacia Alicante, la de San Rafael, hacia el este y la de San Gabriel, hacia el oeste.

Dentro de la ciudad, mi mayor recomendación es pasear sin rumbo, recorrer tranquilamente sus calles llenas de bellos edificios blancos que emanan tranquilidad. Debido al pequeño tamaño de la isla, es imposible desorientarse o perderse alguno de sus edificios más importantes: la Iglesia, en el norte, el Museo Nueva Tabarca, muy cerca del puerto, la Torre de San José y el Faro.

Puerta de Entrada a Tabarca (Tabarca, Alicante)

Vista de Tabarca (Tabarca, Alicante)

La Iglesia de San Pablo, construida en 1770, mezcla el barroco y el neoclasicismo y marca la silueta de la isla, asomándose por encima de las murallas para ver el mar y recibir a todos los visitantes que llegan a sus costas. Si nos dirigimos hacia el sur (el centro de la ciudadela) encontramos la Plaza Mayor (también llamada Plaza Grande), donde podemos encontrar 4 aljibes antiguos (uno en cada esquina), así como un gran número de restaurantes y bares donde sentarse a comer y degustar el famoso Caldero de Tabarca: un plato típico a base de pescado, arroz, ñora (un tipo de pimiento picante), ajo, tomate, pimiento y sal. La forma de servirlo es todo un ritual: primero se sirve el pescado con patatas y allioli (ajoaceite), y después se sirve el arroz.

Iglesia de San Pablo (Tabarca, Alicante)

La Casa del Gobernador, un edificio de dos plantas que data del siglo XVIII, era la antigua sede del gobierno y alojamiento de las autoridades y hoy en día uno de los pocos hoteles de la ciudad.

Entre las murallas de la ciudad y el puerto encontramos el Museo Nueva Tabarca, alojado en el edificio de la Almadraba, donde se puede descubrir mediante objetos expuestos y elementos audiovisuales el espacio natural, tanto terrestre como marino, de la isla, así como su patrimonio histórico y etnográfico; destacando la posibilidad de disfrutar de imágenes de los fondos marinos que rodean la isla (fácilmente observables gracias a la limpieza y cristalinidad de sus aguas), así como diversos planos, fotografías y herramientas antiguos. La entrada vale únicamente 2€, por lo que es una visita totalmente indispensable.

Interior del Museo Nueva Tabarca (Tabarca, Alicante)

Siguiendo nuestro recorrido hacia la parte deshabitada de Tabarca (al este) llegamos a la Torre de San José, un torreón defensivo del siglo XVIIII con forma de tronco piramidal, puerta de acceso elevada, a la que solo se puede acceder mediante una pequeña escalera y un pequeño patio interior cuadrado; y un poco más adelante al faro, un edificio de estilo renacentista del siglo XIX con una base cúbica que usaban de vivienda y una torre prismática que albergaba las luces del faro.

Torre de San José (Tabarca, Alicante)

Si queremos vivir con intensidad las tradiciones de la isla, el mejor momento para visitarla es durante sus fiestas patronales, a finales de Junio, donde las calles se llenan de verbenas por las noches y de bandas durante el día; o durante las fiestas de la Virgen del Carmen, con una preciosa procesión marinera que no deja a nadie indiferente.

Si eres amante del mar, Tabarca también tiene mucho que ofrecerte: ser la primera Reserva Marina de España ha permitido que sus aguas se conserven cristalinas y puras, repletas de fauna autóctona que hacen que bañarse aquí, bucear o realizar cualquier otro tipo de deporte acuático sea todo un placer.

Tampoco os podéis perder la Cova del Llop Marí (cueva del lobo marino), una pequeña caverna llena de estalactitas situada en el sur de la isla, bajo las murallas, a la que se puede acceder y visitar por mar con embarcaciones pequeñas.

Vista de Tabarca (Tabarca, Alicante)

Si tenéis la suerte de poder alojaros en la isla, no podéis perderos los espectáculos que la naturaleza reserva a cualquier visitante de Tabarca: la puesta de sol desde la muralla, las brillantes estrellas que se pueden ver desde la parte deshabitada de la isla, un bello amanecer, sus blancas calles vacías, sin ruido… toda una atmósfera mágica que todo el mundo debería experimentar al menos una vez en su vida.

Calle de Tabarca (Tabarca, Alicante)

Por último, me gustaría agradecer al Museo Nueva Tabarca y al Patronato Municipal de Turismo de Alicante por facilitarnos todas estas fotos tan chulas y ayudarnos en todo lo posible para escribir este artículo. Os dejamos un pequeño mapa que hemos hecho marcando los puntos más importantes de la ciudad para que no os perdáis nada y lo tengáis todo localizado.

¿A qué estáis esperando para disfrutar de este paraíso?