Hoy viajamos hasta Palmanova, una de las ciudades renacentistas italianas por excelencia, considerada como “La Ciudad Perfecta”.
De hecho, al contrario que muchas otras, Palmanova fue diseñada de principio a fin por Vincenzo Scamozzi, un famoso arquitecto y artista que ideó tanto el diseño de sus calles como los edificios que las componen.
¿Dónde está Palmanova?
Esta ciudad italiana está ubicada en la provincia de Udine, al noreste de Italia. Seguramente la ciudad cercana más conocida sea Venecia, a unos 120 km al suroeste de Palmanova. También Treviso se encuentra muy cerca, a 55 km al sureste.
Udine forma parte de la región Friuli-Venezia Julia, una parte del país caracterizada por su variedad paisajística y de climas. Ten en cuenta que nos encontramos a un paso del Adriático, con un agradable clima mediterráneo, pero también muy cerca de los Alpes con su clima continental. Por tanto, estamos en una región llena de contrastes, perfecta para un road trip de los que tanto nos gustan. ¿Te apuntas?
¿Cómo se fundó Palmanova?
Para entender cómo nació esta ciudad, primero debemos conocer el todo de pensar de la sociedad del Renacimiento. Tras una época de “oscuridad” artística como fue la Edad Media (en la que las ciudades se caracterizaban por sus calles estrechas e intrincadas), en el Siglo XV los grandes artistas e intelectuales comenzaron un nuevo movimiento que busca las formas geométricas, el orden y la belleza.
Hoy en día resulta casi increíble el nivel de planificación de esta ciudad. De hecho, se llegó incluso a marcar la fecha exacta de nacimiento: el 07 de octubre de 1593, día de su Fiesta Mayor en la actualidad. Esta elección no fue casual, sino que se debe a la coincidencia en este día de dos momentos claves para la República de Venecia. Por un lado la festividad de Santa Justina, mártir originaria de Padua y patrona de la ciudad. Por otro lado, el aniversario de la victoria contra los turcos en la Batalla de Lepanto en 1571 (22 años antes de la fundación de Palmanova).
¿Qué hace única a Palmanova?
Si por algo es famosa Palmanova es, sin duda, por su forma de estrella. El modo más claro de ver la perfección geométrica de esta ciudad es desde el cielo, donde se aprecia claramente su forma estrellada y sus calles rectas, que confluyen en una gran plaza hexagonal en el centro exacto de la fortificación.
Todo el diseño de la ciudad responde a motivos defensivos, algo muy importante en aquella época de guerras y revueltas. Su forma poligonal permite el fuego cruzado, muy importante a la hora de defender a la ciudad en caso de un ataque. Sus gruesos muros y sus edificios bajos (no visibles desde el exterior) protegen a su población.
Su excelente estado de conservación, junto con todas estas características tan especiales, han hecho a Palmanova merecedora del título de Patrimonio de la Humanidad.
¿Qué ver en Palmanova?
Puertas de Acceso
Ahora que ya conocemos un poquito más de la ciudad, podemos empezar a recorrerla. Para acceder a Palmanova tendremos que atravesar alguna de las tres puertas de la fortaleza.
La más antigua es la Porta Aquileia (o Marittima), situada al sur de la ciudad. Esta puerta, coronada por dos volutas que rodean la garita de vigilancia, se caracteriza por ser la más ornamentada de las tres. Bajo el friso, los escudos de los primeros nobles de la ciudad rematan la decoración de la puerta. Trata de imaginar un gran León de San Marcos tallado en piedra bajo la garita. ¿No te resulta imponente? Por desgracia, el ejército de Napoleón lo abatió al llegar a Palmanova en 1797.
Al noreste encontramos la Porta Cividale, un acceso construido en piedra blanca y gris, de aspecto más robusto que las otras dos. Flanqueando la puerta, dos torretas de guardia unidas por una balaustrada refuerzan la seguridad de esta entrada.
Frente a ella, en el lado suroeste de la ciudad, se sitúa la Porta Udine, muy similar a la anterior (de hecho, fueron construidas en el mismo momento). Fíjate en el pedestal que se conserva entre los dos obeliscos y trata de imaginar un imponente León de San Marcos (símbolo de Venecia) sobre él. Presta también a atención a las dos ruedas para mover el puente levadizo (todavía conservadas), e imagina lo inexpugnable que parecería la ciudad en aquel momento.
Elijas la puerta que elijas, no dudes en darte la vuelta y observarla desde el interior. Contrastando con los cuidados acabados exteriores, esta parte se caracteriza por una estética mucho más sencilla y funcional, centrada en las necesidades militares.
Piazza Grande
Una vez dentro de la fortaleza, cualquiera de las calles nos llevará directamente hasta la Piazza Grande, epicentro de Palmanova. El nombre no es casual, ya que el tamaño de esta plaza es impresionante. También resulta curioso el hecho de que no se trate de una plaza redonda como estamos acostumbrados, sino octogonal.
Aquí se sitúan los edificios más importantes de la ciudad, como el Duomo, el Museo Cívico Histórico, el Ayuntamiento, el Museo Histórico Militar o la Iglesia Arciprestal, por lo que es un punto imprescindible en la visita a esta pequeña población. Disfruta sentándote en alguna de las terrazas que ocupan la plaza y recarga las pilas rodeado de siglos de historia.
Duomo di Palmanova
Como no puede ser de otra manera, el Duomo de Palmanova (o Iglesia del Santísimo Redentor), era el centro religioso de la localidad. Este edificio, de principios del Siglo XVII, consta de una única planta.
La elegante fachada, construida en piedra blanca y gris, presenta las estatuas de los protectores de la ciudad: el Santísimo Redentor (en el centro) junto a San Marcos y Santa Justina, a ambos lados. Sobre ellos, coronando el conjunto, encontramos nuevamente el león de San Marcos, mostrando la prevalencia en Palmanova del poder político y militar sobre el religioso.
Una cosa que puede llamar la atención es la altura del campanario, muy bajito en comparación con la altura de la Catedral. ¿Quieres saber el motivo? Como ya hemos visto, en Palmanova se estudió hasta el último detalle a la hora de construir esta gran fortaleza. La seguridad y defensa de la ciudad era esencial, por lo que se decidió construir un campanario que no se viera desde fuera de las murallas, ya que podía usarse como punto de referencia en caso de posibles ataques.
No te quedes fuera y adéntrate en el Duomo. Al acceder al interior sorprende la blancura de sus paredes, que no hace más que destacar la belleza y el colorido de los frescos y retablos que decoran su altar y capillas. Presta atención al bello órgano y al púlpito suspendido, ambos decorados de forma muy elegante y delicada.
A pesar del reducido tamaño de Palmanova, la ciudad contaba con otras dos iglesias más pequeñas: la de San Francisco (usada con fines militares durante la ocupación francesa) y la de la Natividad de la Virgen (usada como almacén en esa misma época, sin haber recuperado el culto desde entonces).
Museo Cívico Histórico y Museo Militar
Volviendo a la plaza podemos visitar el Museo Cívico Histórico, creado gracias a las generosas aportaciones de vecinos de la ciudad. En él se exponen armas, uniformes militares, monedas y documentos que hacen mención de Palmanova, todo ello mostrado de manera cronológica desde la fundación de la ciudad hasta la Primera Guerra Mundial. Para mostrar de forma más clara la evolución de la fortaleza, se diferencian cuatro grandes periodos: el Veneciano, el Francés, el Austríaco y el Italiano.
También podemos visitar el Museo Militar, dividido en tres edificios diferentes: el Palazzo del Governatore dell’Armi (antigua sede de la autoridad militar y de armería durante el periodo veneciano, donde se muestran diversos hallazgos relacionados con la historia de Palmanova), el Dongione (la parte superior de la Porta Cividale, donde se exponen documentos, armas y uniformes de diversos ejércitos, permitiendo al visitante profundizar conocimientos sobre las fortalezas, las máquinas de guerra…) y el área de las murallas, donde se puede visitar in situ diversos elementos de fortificación para comprender mejor las defensas de las que disponía la ciudad.
La Palmanova Subterránea
Si el reducido tamaño de la ciudad os deja con ganas de más, no olvidéis que también se puede visitar la Palmanova subterránea, formada por 4 km de galerías de época veneciana.
Estos túneles servían para unir diversos sectores de la fortificación para asegurar el tránsito de los soldados de un lugar a otro y para aumentar la protección de la ciudad. Además, hay otros túneles que conectan el interior de Palmanova con el exterior, tanto para asegurar la entrada y salida de agua necesaria en el interior como para poder salir al exterior en caso de necesidad.
Ten en cuenta que estas visitas no se realizan por el 100% de las galerías, sino aquellas anexas al Museo Militar y siempre acompañados por un guía.
Otros lugares
A parte de estos edificios, Palmanova cuenta con numerosos palacios venecianos de gran belleza y otros edificios llenos de historia, por lo que es totalmente recomendable tener los ojos bien abiertos mientras se recorren sus calles para no perder ni un mínimo detalle de la belleza de la Ciudad Perfecta del Renacimiento.
También podemos acercarnos a conocer los polvorines, tanto el Napoleónico (de forma rectangular, construido en 1810, hoy en día acoge diversas exposiciones temporales) como el veneciano (el primer edificio de la ciudad, de 1595, de planta cuadrada)