Hoy cruzamos el Atlántico y nos dirigimos al Sur de Chile, a la división de Aysén. En concreto, nos desplazamos hasta la localidad de Puerto de Río Tranquilo, la más cercana a la maravilla de la naturaleza que conocermos hoy: las Capillas de Mármol (también llamada Catedral de Mármol).
Oficialmente conocida como Santuario de la Naturaleza Capilla de Mármol, esta formación mineral está considerada Monumento Nacional chileno debido a su espectacularidad y belleza.
Situada junto al Lago General Carrera, estas rocas de carbonato de calcio se han ido erosionando por la acción del agua hasta formar lo que podemos observar en la actualidad. Para disfrutar de su belleza, debemos embarcar en una lancha, kayak o barca, ya que estas cuevas son inaccesibles desde tierra firme. Además, están situadas de tal manera que tampoco resultan visibles desde la costa.
A medida que nos acercamos, y con un poco de imaginación, podemos intuir diversas figuras: una cabeza de perro, una catedral y, por supuesto, una capilla. Una vez en el interior, tal y como atravesamos estos arcos naturales, podemos observar las distintas tonalidades de los minerales que forman las rocas: colores turquesa, azules grisáceos, rosados y blancos se entremezclan creando un bello tapiz de paredes veteadas. El agua y las rocas se reflejan mútuamente envolviendo al viajero en una atmósfera única, especialmente en días soleados.
Los viajeros más experimentados recomiendan madrugar para verlas a primera hora de la mañana, momento en el que hay menos visitantes y la luz es más propicia. También es recomendable coger ropa de abrigo, ya que es habitual que el viento haga su aparición estelar durante la visita.
Lago General Carrera
Si quieres aprovechar al máximo tu estancia en esta región, hay otros lugares que no puedes perderte. El Lago General Carrera, donde se sitúa la Catedral de Mármol, es mucho más que este conjunto rocoso. Estamos ante el lago más grande de Chile (y segundo de Sudamérica), con 200 km de largo y una profundidad máxima de 590 metros. Además, se trata de un lago compartido entre Chile y Argentina, por lo que podemos encontrarlo también con el nombre de Lago Buenos Aires. ¿Su atractivo? Su naturaleza en estado puro, la oferta de actividades al aire libre, sus relajantes paisajes… En resumen, un destino perfecto para disfrutar de todo lo que la naturaleza nos brinda.
Glaciar Exploradores
Nuestra siguiente parada en esta región es el Glaciar Exploradores, a unos 50 km de Puerto Río Tranquilo. Esta gran masa de hielo de 18 km de largo y 3 km de ancho aproximadamente desciende del monte más alto de la Patagonia. Para visitarlo, podemos elegir entre una ruta apta para todos los públicos (de algo más de media hora y que nos permitirá obtener una vista panorámica del glaciar y el Monte San Valentín), o una más dura de 10 horas de duración que nos permitirá acercarnos más.
Especialmente en caso de decantarnos por la segunda opción, deberemos seguir algunos consejos básicos. En primer lugar, llevar ropa cómoda y calzado resistente, ya que el suelo es irregular y pedregoso. También deberemos llevar bebida suficiente y algo de comida para aguantar toda la ruta. Por último, es imprescindible llevar protección solar y gafas de sol, ya que el hielo refleja la luz y corremos el riesgo de quemarnos.
Reserva Nacional Cerro Castillo
A poco más de 100 km al norte encontramos la Reserva Nacional Cerro Castillo. Si te gusta el senderismo, desde aquí podrás emprender una ruta de 5 días de duración que recorre este terreno de gran belleza. Además, existen áreas de acampada habilitadas, por lo que el alojamiento no supone ningún problema. Eso sí, ten en cuenta que no se trata de un recorrido sencillo, por lo que deberás estar seguro de tener buena forma física antes de iniciarlo. Como recompensa al esfuerzo, podremos disfrutar, entre otros, de alguna cascada, una preciosa laguna y del Monumento Nacional Paredón de las Manos, que nos muestra las huellas que dejaron los Tehuelches (un conjunto de pueblos que poblaron Patagonia) en este lugar.