Hoy, después de mucho tiempo de parón, retomamos nuestro viaje por el mundo dirigiéndonos a la Selva Negra, uno de los tesoros mejor guardados de Alemania y uno de nuestros rincones favoritos. En el día de hoy recorreremos Baden-Baden, una de las numerosas ciudades balneario del sur del país, situada a unos 100 km al Oeste de Stuttgart y muy cerca de la frontera con Francia. Todo un remanso de paz y bienestar en medio de un entorno natural incomparable. ¿Te animas a descubrirlo?

Debido a su condición de ciudad balneario, sus principales lugares de interés están muy íntimamente relacionados con la salud y las aguas termales: el Kurhaus, las ruinas de los baños romanos y numerosos parques que llenan la ciudad de oxígeno y colorido.

Comenzaremos el recorrido por el lugar donde todo comenzó: Los Baños Romanos. Estas ruinas, con más de 2.000 años de historia, están situadas bajo la Römerplatz (Plaza de los Romanos), donde se encuentran actualmente los baños Friedrichsbad.

Termas romanas de Baden-Baden (Baden-Württenberg, Alemania)
Termas romanas de Baden-Baden (Baden-Württenberg, Alemania)

Estamos ante una de las muestras de ingeniería romana mejor conservadas hoy en día, donde podemos admirar murallas de más de 2 metros de alto, la calefacción del suelo de la época y observar desde dentro una de las construcciones romanas más impresionantes de Alemania. Además, con la entrada disponemos de una audio guía que nos ayudará a comprender mejor cada resto que tengamos ante nuestros ojos, además de las numerosas reconstrucciones digitales que recrean cómo era la vida en este lugar. Aunque no sea un yacimiento especialmente grande, sí que creo que es especialmente interesante por su estado de conservación.

Como hemos dicho, subiendo de nuevo a la superficie podemos disfrutar de la belleza del Friedrichsbad, una obra de mediados del siglo XIX de estilo renacentista italiano, donde destaca su monumental cúpula decorada con bellos frescos. Los baños siguen todavía en funcionamiento, por lo que pagando una entrada de 25 € podemos disfrutar de su interior. ¡Pero cuidado! Se trata de un balneario nudista, por lo que está prohibido el acceso con ropa de baño.

Friedrichsbad,  Baden-Baden (Baden-Württenberg, Alemania)
Friedrichsbad,  Baden-Baden (Baden-Württenberg, Alemania)

Justo a su lado encontraremos la Stiftskirche (Iglesia Colegiata), un edificio de estilo gótico tardío que acoge, entre otras obras de arte, un imponente crucifijo de más de 5 metros de altura y los sepulcros ilustrados de los 14 Margraves (marqueses) de Baden. Si subimos a un jardín situado en el lateral de la plaza conseguiremos tener unas preciosas vistas del edificio, así como una pequeña panorámica de esta bella ciudad.

Stiftskirche,  Baden-Baden (Baden-Württenberg, Alemania)
Stiftskirche,  Baden-Baden (Baden-Württenberg, Alemania)

Frente a la iglesia encontraremos la Marktplatz, la Plaza del Mercado, el centro neurálgico de la ciudad a lo largo de su historia. Como no podía ser de otra manera, en las calles cercanas encontramos numerosas fuentes termales históricas, entre las que destaca la Fettquelle (“Fuente de Grasa”), una gruta artificial de cuya fuente brota agua a una temperatura de hasta 63ºC. Según la leyenda, quien beba de esta fuente rejuvenecerá 10 años debido a las grandes propiedades de sus aguas. Nosotros no nos atrevimos a probarla, así que no podemos asegurar que sea cierto. ¿Te animas tú?

Al final de la plaza encontraremos una calle (Schloßstraße) que, como su nombre indica, nos dirige hacia el Neues Schloß, el Castillo Nuevo. Se trata de la antigua residencia de los Margraves de Baden, y aunque desgraciadamente no se puede visitar su interior al tratarse de una propiedad privada vale la pena dedicar unos 10 minutos para subir hasta aquí y poder disfrutar de las impresionantes vistas de la ciudad que nos ofrece el Florentinenberg, la colina donde se sitúa.

Vistas desde el Florentinenbeg,  Baden-Baden (Baden-Württenberg, Alemania)
Vistas desde el Florentinenbeg,  Baden-Baden (Baden-Württenberg, Alemania)

De vuelta a la Marktplatz podemos retomar nuestra visita desde el lado contrario de la plaza, siguiendo el Jesuitenstaffeln (Callejón de los Jesuítas), una callejuela que nos adentra en un barrio que invita a perdernos. También podremos descubrir el elegante Ayuntamiento de la ciudad y pasear tranquilamente en una zona prácticamente peatonal que parece sacada de cuento.

Callejeando llegaremos hasta un enorme parque alrededor del cual se encuentran algunos de los monumentos más elegantes y fotografiados de Baden-Baden, de los que hablamos en la próxima entrada del blog. ¡Ve corriendo si quieres saber más!

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