Hoy, viajamos hasta la Edad Media para adentrarnos en Borce, un pequeño pueblo francés que ha sabido mantener toda su esencia a través del tiempo sin alterarse, sin modificar su carácter original.
Retomando la visita a Salzburgo donde la dejamos, en la Abadía de San Pedro, cualquier paseo hacia el centro de la ciudad os conducirá a Kapitelplatz, uno de los centros neurálgicos de Salzburgo que concentra gran parte de sus monumentos. Lo primero que os llamará la atención es una fuente blanca del siglo XVIII que muestra a Neptuno sobre un caballo-pez, todo ello coronado con el escudo de armas del Arzobispo Firmian, quien dió la orden de construirla.
En pleno Valle del Tena, Sallent de Gállego es un típico pueblecito aragonés que ofrece un paisaje de ensueño. Situado a orillas del Embalse de Lanuza, a más de 1.300 metros de altitud, podemos disfrutar, además de un clima estupendo en verano, de unas vistas increíbles de todas las montañas que lo rodean.
Salzburgo se sitúa en medio de los Alpes, a 150 km de Munich y 300 km de Viena, rodeada de montañas que le añaden todavía más belleza a sus estrechas calles llenas de historia. No en vano, nos encontramos ante una ciudad Patrimonio de la Humanidad, por lo que no es de extrañar que un simple paseo nos transporte en el tiempo y nos haga sentir que en cualquier rincón podemos cruzarnos con su habitante más conocido, Mozart.
Hoy volamos hasta las Islas Canarias y aterrizamos en Lanzarote para visitar el Parque Natural de Timanfaya, situado en la parte Oeste de la isla. Junto con Garajonay y la Caldera de Taburiente, Timanfaya es uno de los grandes parques naturales de las Islas Canarias. El mayor atractivo de este lugar nos da una idea muy clara de lo que allí nos vamos a encontrar: Montañas de Fuego. Viajar hasta aquí es como transportarse a otro planeta, lleno de cráteres, mares de lava y otros restos que evidencian la gran actividad volcánica desarrollada en esta zona. ¿Te animas a conocerlo?