Hoy nos dirigimos a Castellón, en concreto a Culla, uno de los Pueblos Más Bonitos de España (o, al menos, uno de los que figura en la famosa lista) para descubrir una hermosa villa medieval en la que los Templarios campan a sus anchas. ¿Nos acompañas?

¿Dónde está Culla?

Por supuesto, el primer paso para visitar un lugar es saber dónde se encuentra. Culla está situada en Castellón, a unos 55 km al norte de la capital de la provincia. En concreto, en el Alto Maestrazgo, una comarca repleta de historia en la que las historias relacionadas con la Orden del Temple tienen una especial relevancia. De hecho, ya te hablamos brevemente de ello cuando visitamos Sant Mateu, situado a apenas 55 km de aquí.

Seguramente te preguntarás qué más lugares puedes visitar cerca de esta población. ¡Toma nota de algunos de ellos! Benassal (a tan solo 10 km), Ares del Maestre (a 25 km) o Vilafamés (a 35 km).

Más allá de estas poblaciones, te animamos a consultar todas las rutas de senderismo que encontrarás en la zona. De hecho, a solo un paso de aquí encontrarás Peñagolosa, una de las cimas más emblemáticas de Castellón.

Si el transporte te supone un problema (la verdad es que está muy mal comunicado con transporte público desde Castellón de la Plana) puedes contratar una excursión para no perderte la visita a uno de los Pueblos más Bonitos de España. Nosotros te recomendamos esta, donde conocerás el Parque Minero del Maestrazgo y Culla en un solo día (también la tienes disponible con transporte desde otros lugares turísticos de la provincia, como Peñíscola, Benicasim, Alcoceber u Oropesa del Mar).

¿Qué ver en Culla en un día?

Al igual que otros pueblecitos medievales, como Aínsa o Albarracín, Culla se caracteriza por su reducido tamaño, lo que la hace un destino ideal para pequeñas excursiones de un día y escapadas cortas. A pesar de lo que te vayamos a contar aquí, te invitamos a perderte sin rumbo por sus calles. ¡Es la mejor manera de disfrutar del lugar!

Castillo de Culla

Uno de los lugares más destacados de Culla es, como no podía ser de otra manera, su Castillo. Y, como ya te adelantábamos, es imposible hablar de esta localidad sin hablar de los famosísimos Templarios. Acompáñanos varios siglos atrás en el tiempo y recorre junto a nosotros este lugar.

Vista de Culla y su entorno desde el Castillo
Vista de Culla y su entorno desde el Castillo

La Alcazaba

El Castillo de Culla, construido a lo largo de varios siglos hasta lograr el aspecto actual, se compone de cinco recintos diferentes. Como no podía ser de otra manera, encontramos la Alcazaba (la parte más importante de la fortaleza) en la parte superior del recinto, en el lugar más protegido, de más difícil acceso y, por tanto, en el más seguro para sus habitantes.

Llegar hasta él no es nada fácil si vienes con malas intenciones. Primero debes subir una empinada rampa, defendida por un baluarte torreado, y luego atravesar el Patio de Armas. Fíjate en la Torre del Homenaje, situada junto a ese edificio porticado de tres arcos. ¿Sabes como la conocemos popularmente? Torre de Frare Pere, en homenaje a D. Pere de Thous, maestre de la Orden y gran dinamizador arquitectónico del castillo. Sin duda, sus tres alturas la convierten en un emblema del poder feudal contenido en el Castillo de Culla.

Pero, ¿Qué hacemos sin agua en caso de sitio, por muy seguros que estemos en nuestra Alcazaba? Sin agua no hay vida, y por ello tenemos uno de los aljibes subterráneos de la fortaleza justo aquí. Con su robusta construcción y su capacidad para nada menos que 60.000 litros de agua, tenemos el abastecimiento de este preciado líquido garantizado.

Recinto mayor

Justo debajo de la Alcazaba encontramos un segundo recinto donde se sitúan la mayor parte de los edificios militares. Además de ellos, también se situaban en este recinto dos patios porticados (cada uno con su correspondiente aljibe), una capilla dedicada a Sant Bartomeu y edificios básicos para la vida en este lugar: cocinas, alojamiento para las tropas… Todo ello, protegido por los gruesos muros de su robusta muralla, fortalecida por el escarpe rocoso que todavía hoy podemos apreciar y flanqueado por dos torreones que vigilaban las puertas de acceso.

Barbacana, Albacar y Villa

Rodeando el Recinto Mayor por su parte inferior encontramos la Barbacana, un espacio prácticamente vacío destinado a servir de defensa y posible campo de batalla en caso de que el enemigo lograra atravesar las defensas exteriores. Bajo la sombra del castillo, el Albacar era el espacio reservado como refugio para el ganado, pero también para la población en caso de asedio. Por último, también a las faldas del castillo, encontramos la Villa. Aquí se ubicaban los principales edificios civiles de Culla: el Hospital, la prisión, el granero, la iglesia…

Un paseo por las calles de Culla

Dejamos atrás el castillo y empezamos a descender en dirección al casco histórico de Culla. Atravesamos la Porta Nova, única puerta de acceso al recinto amurallado que se conserva en la actualidad (aunque la que encontramos es una reconstrucción del Siglo XIV).

Calle de Culla (Castellón)
Calle de Culla (Castellón)

Callejeando llegamos hasta una antigua Fuente Medieval, sobre la que se ubicaba el antiguo cementerio. Recuerdo de aquella época es una pequeña tradición que se repite cada viernes y sábado de la semana del Corpus Christi. La romería a San Juan de Peñagolosa, que se remonta al Siglo XIV, realiza en este punto una pequeña parada para cantar un reposo a los difuntos. También aquí encontramos una lápida medieval, integrada sobre el portal de la casa número 16, que reza: IUDICIUM. DURISSIMUM HIS QUI REGUNT O MARIA SUSPIRANT MORTUI A ET PIA (es decir, «aquellos que gobiernan tendrán, un juicio implacable. Oh! María, los difuntos suspiran por ti compasiva»).

Sin darnos cuenta, nuestros pies nos llevan hasta la Plaça del Pardal, una de las más bonitas y emblemáticas de toda la población. Aquí se encontraba el ayuntamiento y se recogían los diezmos, por lo que no es de extrañar su aire señorial anclado en el tiempo. ¡Tómate tu tiempo para disfrutar de este rincón y viajar al pasado con tu imaginación!

También encontrarás irremediablemente la Iglesia del Salvador, un templo del Siglo XVII construido sobre los restos de la antigua iglesia medieval de Culla. Si tienes la suerte de encontrarla abierta podrás encontrar en el interior sus dos piezas más destacadas: el Retablo de San Roque y la escultura gótica de El Salvador, patrón de la población.

Cárcel de Culla

Ninguna visita a Culla está completa sin conocer La Presó, su antigua cárcel. Nos encontramos en el antiguo granero del Comendador de la Orden de Montesa durante los Siglos XIII y XIV, reconvertido en prisión durante las Guerras Carlistas. En su interior (al que solo podrás acceder si reservas, por un precio casi simbólico, la visita guiada) encontramos un pequeño museo que nos permitirá conocer mejor la historia de Culla. Recorriendo sus pasillos conoceremos las estancias en las que se alojaban los presos. En sus paredes todavía cuelgan las cadenas y grilletes que sujetaban a los reos, creando una atmósfera sobrecogedora. ¿Serán ciertas las habladurías que cuentan que, en medio de la noche, todavía se escuchan los gritos de las personas que sufrieron aquí un encierro?

Antiguo Hospital

Otra de las visitas indispensables es el Antiguo Hospital de Culla. Este edificio del Siglo XVII fue originariamente usado como albergue y hospital para personas necesitadas. Además, en el caso de mujeres huérfanas o viudas, trataban de facilitarles una dote para que pudieran casarse o ingresar en un convento y, de este modo, huir de las penurias. En la actualidad encontramos en su interior una sala de exposiciones donde se muestra, entre otras exposiciones temporales, cómo era una antigua Aula Escolar.

¿Qué ver cerca de Culla?

Como comentábamos al principio, Culla se encuentra en una región llena de historia y de naturaleza. Por ello, ninguna visita está completa sin dedicar varios días a conocer la región. ¡Te aseguramos que, a pesar de ser una gran desconocida, vale la pena!

Astromaestrat

Si te gusta la astronomía, seguro que has oído hablar de los observatorios de La Palma o Tenerife. ¿Pero alguna vez habías oído hablar del observatorio de Culla? Sin duda, es un lugar perfecto para aprender de la mano de expertos todo lo relacionado con las estrellas y el cielo. ¡Y sin necesidad de coger un avión!

Eso sí, si te animas a disfrutar de la visita, te recomendamos llevar algo de ropa de abrigo, ya que suele refrescar bastante por la noche en esta zona.

Parc Miner del Maestrat (Parque Minero del Maestrazgo)

A tan solo 8 km de Culla, en el paraje natural de la Fontanella, encontramos las antiguas minas de hierro Victoria, hoy convertidas en museo. Durante hora y media (aproximadamente) puedes recorrer sus galerías y, de la mano de un guía especializado, conocer la antigua industria minera de la zona. Una vez en el exterior, un tren minero te llevará a la entrada de la siguiente mina, situada ya en el término municipal de Torre d’En Besora.

Es importante tener en cuenta que, salvo que contrates una excursión organizada, es imprescindible reservar con antelación para poder disfrutar de la visita.

Benassal

Siguiendo la Ruta Templaria no podemos perdernos la vista a Benassal, situado a apenas 10 km de Culla. El rincón más conocido de la población es, sin duda alguna, Font d’en Segures, conocida por sus aguas medicinales y su balneario. Pero te animamos a no quedarte allí y recorrer con calma la población para conocer su lado más medieval.

Benassal (Castellón)
Benassal (Castellón)

Imagina una villa amurallada (a pesar de que hoy solo se conserve una de sus cinco puertas), acércate al Castillo de la Mola (un palacete del Siglo XII), recorre el pequeño Museo Arqueológico, sube a la Torre de la Prisión o conoce el Foro de Dalt, un horno medieval al que acudían los habitantes de Benassal a cocer su pan (previo pago de un impuesto).

Te recomendamos que, aunque sea solo por un día, te olvides de los restaurantes y prepares un picnic digno de un rey. ¡El espacio que te vamos a recomendar lo merece! A poco más de 1km de Font d’En Segures encontramos el Paraje Natural El Rivet, un impresionante bosque de carrascas y robles que seguro te invitará a recorrerlo y disfrutarlo con calma. Siéntate en alguna de sus mesas (o lleva tu propia mesa de camping) y disfruta de una comida diferente mientras respiras aire puro y recargas las pilas. ¡Ah! Si lo visitas en verano, no olvides llevarte el bañador, ya que podrás disfrutar de un baño en su piscina.

Mirambel y Cantavieja

Por supuesto, los templarios no limitaron su territorio a la provincia de Castellón, por lo que también encontramos su huella en zonas cercanas. Te animamos a dirigirte a Mirambel y Cantavieja (ambos enumerados en la lista de los Pueblos Más Bonitos de España), a tan solo 60 km de Culla (aunque ya en provincia de Teruel) para seguir conociendo su historia.

Aprovecha una excursión de un día para recorrer ambas poblaciones atravesando sus calles empedradas, disfrutando de sus casas señoriales, sus iglesias y sus castillos. Y, por supuesto, maravíllate ante el entorno natural que las rodea. ¡Te aseguramos que vale la pena!

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