Hoy visitamos por primera vez el continente asiático y aterrizamos en Jaipur, una localidad india situada en el estado de Rajastán, a unos 250 km al oeste de Agra y a unos 270 km al suroeste de Nueva Dheli.
También conocida como “La Ciudad Rosa” (debido al material de construcción de la gran mayoría de sus edificios históricos y al color del que han pintado sus paredes), destaca por el trazado geométrico de sus calles y por el gran observatorio astronómico que mandó construir el fundador de la ciudad.
Hawa Mahal
Uno de los monumentos más conocidos de Jaipur es el Hawa Mahal (Palacio de los Vientos), construido en una de las principales calles de la ciudad con numerosas ventanas para que las mujeres que formaban parte del harén real tuvieran un contacto con el mundo que había al otro lado del muro, ya que ellas no podían salir a la calle. De este modo, podían ver a la gente en su vida cotidiana y disfrutar las festividades locales sin ser vistas.
Desde el exterior, observamos un bello edificio de finales del siglo XVIII de cinco plantas con forma piramidal que evoca a la cola de un pavo real, con el característico color rosado de sus muros y 953 ventanales asomando hacia la calle, como un intento de estas mujeres de estar más cerca del mundo exterior. Los propios muros tienen unas incrustaciones que forman diversos dibujos, contribuyendo a la exuberante decoración de este palacio.
Se recomienda visitar este palacio a primera hora de la mañana, ya que es el momento en el que la luz del sol hace el lugar todavía más bello.
Hawa Mahal (Jaipur, India) |
Palacio de la Ciudad
Muy cerca de aquí encontramos el Palacio de la Ciudad, una construcción realizada también en piedra rosa, mezclando la arquitectura típica de la zona con la arquitectura mongol. El palacio está dividido por varios patios y jardines, y consta de varios edificios, todo ello rodeado de una muralla que hace que sea una ciudad en sí mismo.
En su interior se encuentran diversos templos y palacios, entre los que nos gustaría destacar el Chandra Mahal (un edificio de 7 pisos con un gran trabajo con espejos en sus paredes y preciosas vistas de la ciudad y sus jardines, especialmente desde un pequeño pabellón con un hermoso tejado curvilíneo de estilo bengalí; el Mubarak Mahal).
Palacio de la Ciudad (Jaipur, India) |
Jantar Matar
Como hemos avanzado antes, Jaipur cuenta con un interesante observatorio astronómico llamado Jantar Matar, considerado Patrimonio de la Humanidad desde 2010 y situado también dentro de la Ciudad Rosa (muy cerca del Palacio de la Ciudad). El observatorio consta de catorce monumentos escultóricos de piedra y mármol, construidos con formas muy estudiadas que permitían estudiar la evolución de las sombras proyectadas por el sol, los eclipses, anunciar la llegada de monzones…
Uno de los monumentos que más destacan es el Samrat Yantra, un reloj solar de 27 metros de altura perfectamente encarado hacia el Polo Norte Celestial.
Jantar Matar (Jaipur, India) |
Birla Mandir
Paseando por el centro de la ciudad encontramos numerosos templos hindús que nos acercan a la cultura y religión de un país de tradiciones ancestrales. Uno de ellos es el Birla Mandir, un magnífico templo construido en 1988 en mármol blanco decorado con hermosas estatuas exquisitamente talladas y coronado por tres cúpulas de diferentes tamaños que representan las tres formas de acercarse a la religión. Desde su interior podremos disfrutar de las bellas vidrieras que dan luz al interior del templo a la vez que representan escenas de la mitología hindú.
Birla Mandir (Jaipur, India) |
Llegando a la parte trasera del Palacio de la Ciudad (de hecho, también se considera parte del complejo) encontramos el Templo Shri Govind Devji, un santuario que muestra claramente la arquitectura típica de la región en el momento de fundar la ciudad, deslumbrando al visitante con su techo recubierto de oro y sus preciosas pinturas de arte hindú. El templo se encuentra rodeado de preciosos jardines y con un lago llamado Tal Katora (situado muy cerca del templo).
Alrededores de Jaipur
Si queréis explorar los alrededores de Jaipur y visitar otro lago importante podéis acercaros al Man Sagar, a 8 km al norte, donde encontramos el Jal Mahal (Palacio sobre el Agua). Este monumento, construido en el siglo XVIII en medio del lago y siguiendo el modelo del Palacio de Udaipur, sólo es accesible a través de una plataforma elevada desde donde muestra sus paredes amarillas y sus preciosas torres semi-octogonales coronadas por cúpulas. El momento en el que este lugar muestra su mejor cara es justo tras las lluvias, desde la parte este del lago, cuando el agua se eleva y da la sensación de dejar el palacio flotando sobre ella, como si fuera una ilusión del viajero tras el largo viaje. Desgraciadamente, el palacio acoge en su interior un restaurante de lujo, por lo que atravesar sus muros no está al alcance de cualquiera. De todos modos, las espectaculares vistas desde la orilla y los jardines que rodean el lago hacen que el desplazamiento merezca la pena.
Man Sagar (Jaipur, India) |
A unos 5 km de aquí encontramos el Fuerte Amber, al que podemos subir a lomos de un elefante si lo deseamos. Al acercarnos, una muralla en muy buen estado de conservación nos da la bienvenida a esta ciudadela construida entre 1592 y 1727 con una mezcla de estilos mongol e hindú llena de armonía y belleza.
Perderse por sus salas es todo un placer, descubriendo todos los secretos que guardan sus muros: la Sala de los Espejos, donde se dice que con una única vela eran capaces de iluminar toda la estancia; la Habitación del Monzón, con un complejo sistema de ventilación para mantener el lugar fresco; y numerosas habitaciones más ricamente decoradas con diferentes motivos ornamentales.
Fuerte Amber (Jaipur, India) |
Desde la otra orilla del río obtendremos una impresionante panorámica de esta fortificación de arenisca roja y mármol blanco que domina el cielo de la ciudad. Una vez tomemos el camino de ascenso, comenzaremos a poder apreciar las bellísimas vistas de las montañas que nos rodean, el lago Maotha y la ciudad que queda a nuestros pies, tan diferente a lo que acostumbramos en Europa.