Como seguramente ya sabrás, en el blog tenemos una Guía Completa de Berlín, en la que recorremos esta maravillosa ciudad barrio a barrio. En este post nos centramos en dos barrios situados al sur de la ciudad: Kreuzberg, muchas veces conocido como el barrio turco de Berlín. Como puedes imaginar con esta pequeña descripción, ambos barrios se caracterizan por una gran diversidad y apertura cultural (todavía más pronunciada que en otros barrios de Berlín) y por su gran vitalidad. ¡Empezamos!
Checkpoint Charlie
Aunque parezca algo contradictorio con lo que acabamos de decir, comenzamos nuestra visita por uno de esos rincones que recuerdan la opresión y división de la ciudad durante décadas: Checkpoint Charlie.
Nos encontramos en plena Friedrichstraße, una importante calle comercial del centro de Berlín partida en dos durante la Guerra Fría. Justo en el lugar de esa división encontrábamos el famoso Checkpoint Charlie, un puesto fronterizo que separaba los sectores americano y soviético.
¿Por qué este nombre? El motivo es mucho más sencillo de lo que a primera vista pueda parecer. No, no había ningún personaje destacado con este nombre. Simplemente, es la tercera letra del alfabeto fonético de la OTAN (el que se refiere a la letra C para evitar confusiones durante las comunicaciones). Así que, sentimos defraudarte, el nombre hace referencia a que era el tercer punto de control. ¡Ningún Charlie por aquí!
A pesar de que todo el mundo se haga aquí la foto de rigor frente al cartel «You are leaving the American Sector» (como no, acompañado de un falso soldado soviético y otro americano) es importante tener en cuenta que se trata de una reconstrucción. Tras la reunificación este puesto fronterizo desapareció, para luego ser reconstruido como atractivo turístico.
Como curiosidad podemos destacar que, en la actualidad, el Checkpoint Charlie sigue marcando una frontera (aunque en este caso invisible) entre los barrios de Kreuzberg y Mitte.
Museo del Muro – Haus am Checkpoint Charlie
Si ya nos sigues desde hace un tiempo, imaginarás que no hemos venido hasta aquí solo para hacernos la foto de rigor. Nuestro objetivo era visitar el Museo del Muro – Haus am Checkpoint Charlie, que describe la historia del Muro de Berlín. En él podrás descubrir, entre otras muchas cosas, diferentes estrategias usadas para intentar cruzar de un lado al otro del muro, así como el proceso de perfeccionamiento del sistema de protección de la frontera de la RDA.
Entre las piezas más destacadas de este museo encontramos diversas reproducciones de los métodos más insólitos utilizados por los desesperados ciudadanos del Berlín Este. Si estás interesado en visitar distintos museos de la ciudad te recomendamos comprar la Berlín Welcome Card, ya que te ofrece descuentos en muchos de ellos y en algunas visitas guiadas (además de transporte público ilimitado).
Museo Judío de Berlín
Muy cerca de aquí se sitúa otro de los lugares más visitados del barrio de Kreuzberg: el Museo Judío de Berlín, del que destaca especialmente su arquitectura.
Este edificio en forma de zig-zag (o de relámpago) se encuentra lleno de simbología, formando un espacio de gran significado emocional. Se piensa que su forma representa una estrella de David quebrada, con un interior lleno de ángulos oblicuos y espacios vacíos que muestran la pérdida de la presencia judía en Alemania producida durante el nazismo.
La exposición recorre la historia de la comunidad judía desde su llegada a la Alemania Medieval hasta el Siglo XX. Todo ello rodeado de grandes representaciones simbólicas de la incertidumbre, el desasosiego y el miedo que sufrió esta comunidad. Personalmente, y después de nuestra experiencia en el museo del Monumento a los judíos asesinados en Europa decidimos no entrar a visitarlo. Habíamos oído hablar de la emotividad de este espacio y preferimos recorrer otros espacios que, aún hablando de una temática similar, no lo hicieran apelando de forma tan directa a los sentimientos.
Topografía del Terror
Nuestra elección para profundizar en el terror del Holocausto se encuentra a poco más de 1 km de aquí, en el lugar en el que hace años se situaban varios cuarteles generales nazis, entre ellos la sede de la GESTAPO. Estamos en Topografía del Terror, un espacio que durante años fue escenario de crueles interrogatorios y torturas, así como testigo de los aterradores planes de las SS.
En la actualidad este espacio se ha reconvertido en centro de interpretación, y acoge una exposición que narra la fascinante (aunque terrorífica) historia del Berlín nazi. Además, los trabajos arqueológicos desarrollados en este lugar han permitido recuperar los restos de la antigua calle Prinz-Albrecht-Straße, ahora visibles al público.
Esta exposición nombra directamente a las altas esferas del gobierno nazi en lugar de centrarse tanto en las víctimas como lo hacen los museos que hemos visitado hasta ahora. Aún así, el resultado es un recorrido que te pone los pelos de punta al descubrir las atrocidades que hicieron durante este periodo de la historia tan cercano a nosotros.
Si después de visitar la Topografía del Terror todavía tienes ganas de saber más acerca de este tema, te recomendamos este Paseo por el Berlín del Nazismo, en la que conocerás cómo llegó Hitler hasta el poder, las habilidades propagandísticas de su equipo, sus planes y su caída.
Extra: Aunque seguramente nunca hayas oído hablar de ella, un poco más al sur se encuentra Anhalter Bahnhof. Estamos ante las ruinas de la mayor estación ferroviaria de la ciudad y última estación del Berlín Occidental. Aunque únicamente se conserva la parte central de su fachada principal, su belleza y carga histórica justifican la visita.
Deutsches Technikmuseum
Seguimos dirigiéndonos al sur hasta encontrar el Deutsches Technikmuseum, un museo que apasionará a los amantes de la tecnología y la maquinaria. Mostrándose imponente en lo alto de la fachada, un espectacular avión nos da la bienvenida al museo, dándonos una idea de todo lo que podemos ver en su interior.
Nos encontramos en el museo de este tipo más grande de toda Europa, situado en el antiguo almacén de mercancías de la estación Anhalter. En su colección destacan distintos modelos de aviones, así como nada menos que 40 trenes históricos. Entre ellos, el lujoso vagón-salón del último emperador alemán. Otro de los elementos que más suele llamar la atención (tanto a niños como a mayores) es el simulador naval, que permite al visitante capitanear su barco hasta puerto.
Se trata de un museo muy interactivo, que permite tanto a niños como a mayores jugar y experimentar con la ciencia y la tecnología. El resultado es un espacio muy similar al Deutsches Museum de Bonn (aunque mucho más grande), un museo centrado en la ciencia y la tecnología en la que interactuar con la muestra es obligatorio. En nuestra opinión, muy recomendable para visitar con niños y despertar su interés.
Antiguo aeropuerto de Tempelhof
Nuestra próxima parada, aunque estéticamente no sea muy bonita, también se encuentra cargada de historia. Visitamos el Antiguo Aeropuerto de Tempelhof, un enorme edificio construido en los años 30.
En el momento de su creación, se trataba del edificio más grande del mundo (hasta la construcción del edificio del Pentágono, finalizada en 1943). Durante la Segunda Guerra Mundial, el edificio adquirió un importante papel como fábrica de armamento usando trabajos forzados.
Pero su momento de mayor importancia llegó con la creación del Puente Aéreo. Corría el año 1948 cuando la Unión Soviética decidió bloquear todas las rutas terrestres y fluviales que dirigían al Berlín Occidental (rodeado en su totalidad por el sector oriental), con la intención de que los aliados le cedieran el control del resto de la ciudad. Frente a este ataque, Tempelhof se convirtió en un lugar imprescindible para la supervivencia de todos los ciudadanos del Berlín Oeste. Durante los 15 meses que duró el bloqueo el aeropuerto funcionó de forma ininterrumpida, llegando a alcanzar los 1.400 vuelos diarios. ¡Todo un hito en la historia de la aviación! Muy cerca de la antigua terminal encontramos un monumento que homenajea este puente aéreo, con los nombres de los 70 pilotos que, desgraciadamente, fallecieron durante la operación.
Tras años de decadencia, en 2008 Tempelhof cerró finalmente sus pistas. Tras la clausura, las pistas de aterrizaje se convirtieron en un gran parque donde berlineses y turistas acostumbran a hacer picnics y disfrutar del buen tiempo. Si lo deseas, también puedes recorrer la antigua terminal en una visita guiada que te mostrará todos los secretos de este lugar (aunque de momento la visita únicamente está disponible en inglés y alemán).
Mezquita Sehitlik
Muy cerca de aquí (aunque, oficialmente, ya situado en el barrio de Neukölln) encontramos una mezquita de planta octogonal, coronada por dos grandes minaretes. Se trata de la mezquita más famosa de la ciudad, a pesar de que habitualmente no viene indicada en las guías turísticas de Berlín.
Al contrario de lo que pueda parecer, se trata de templo moderno (sus obras finalizaron en 2005), realizado siguiendo la arquitectura clásica otomana de los siglos XVI y XVII. A sus pies, encontramos un pequeño cementerio islámico, el más antiguo de este tipo en toda Alemania.
La mezquita Sehitlik está ricamente decorada en su interior, con colores azules, rojos y dorados; con vistosas lámparas y coloridas vidrieras. ¿Quieres saber una curiosidad? Oficialmente, la mezquita no se encuentra situada en Alemania, sino en Turquía. ¿Qué cómo puede ser eso? Hace años, el gobierno alemán concedió este pequeño terreno a la comunidad turca que habita en él. Quizás por ello hay tantas lápidas en tan poco espacio. ¡Todos quieren descansar eternamente en su país!
En la actualidad, el templo se encuentra abierto a todo aquel que lo quiera visitar. A diario se ofrecen visitas guiadas que permiten profundizar en la arquitectura islámica y en la vida musulmana en Berlín. Eso sí, ten en cuenta que aquí vive una pequeña comunidad turca, por lo que te recomendamos visitar este lugar en silencio y de forma muy respetuosa.
El tesoro oculto de Kreuzberg: el Viktoriapark
Por último, nos dirigimos a uno de nuestros puntos favoritos del barrio de Kreuzberg (y de la ciudad entera): el Viktoriapark ¿Imaginas encontrar una cascada de 24 metros de altura en medio de una gran ciudad! ¡Eso es justamente lo que ofrece este parque!
A pesar de su pequeño tamaño, el Viktoriapark es uno de los lugares con más encanto de la ciudad. Como decíamos, este precioso parque está atravesado por una cascada artificial. Resulta curioso levantar la mirada y ver un campanario asomar por detrás de la cascada, pero todavía sorprende más mirar hacia la parte inferior y ver cómo, visualmente, la cascada se convierte en carretera.
Este pequeño paraíso se construyó en 1821, a los pies de un monumento para conmemorar las batallas por la guerra de la independencia. Desde él se puede disfrutar de unas preciosas vistas de la ciudad, y de una de las mejores puestas de sol de Berlín. ¡Perfecto para acabar el día!