Seguimos completando nuestra Guía Completa de Berlín barrio a barrio. Hoy nos centraremos en una parte del Mitte, el barrio más céntrico y famoso de toda la ciudad, situado al este de Tiergarten. Recorreremos Unter den Linden y Friedrichstraße, sus principales avenidas, para conocer todos sus rincones.
Debido a su tamaño, dedicaremos dos posts a conocer el Berlín-Mitte. En concreto, en este artículo nos adentraremos en la Avenida Unter den Linden, la arteria que une la Pariser Platz con la Catedral, mientras que en el próximo llegaremos hasta la famosa Alexanderplatz.
Unter den Linden («bajo los tilos», traducido literalmente) se considera el núcleo de Berlín Mitte, por lo que es obligatorio recorrerla con calma para disfrutar de la gran cantidad de lugares de interés concentrados en esta zona.
Friedrichstraße
Para hacerlo de forma ordenada, partiremos de Pariser Platz, a los pies de la Puerta de Brandeburgo. Empezamos recorriendo la avenida en dirección este (hacia la catedral), y lo primero que nos llama la atención es el cruce de esta avenida con otra de las grandes arterias de Berlín: la Friedrichstraße.
Si por algo se caracteriza Friedrichstraße es, sin duda, por su actividad comercial. Aquí se aglutinan las tiendas más lujosas de la ciudad, llenando de glamour este barrio. Aquí encontramos numerosas galerías comerciales, muchas de ellas conectadas por un pasaje subterráneo que hace su visita ideal en los frecuentes días de lluvia de Berlín.
De todos los centros comerciales que encontramos en ella nos gustaría destacar, por su arquitectura, las Galerías Lafayette. Aunque no estés interesado en las compras, no dudes en asomarte a su interior, decorado con dos grandes cúpulas de cristal en forma de cono. También resulta curioso visitar Quartier 206, con su impresionante atrio con escaleras que destacan ante el mosaico del suelo.
Pero Friedrichstraße no son solo tiendas… Al principio de la calle, donde el río Spree se cruza con ella, encontramos el conocido como Tränenpalast (Palacio de las Lágrimas). Este edificio de cristal fue creado por la RDA como terminal de salidas hacia el Berlín Oeste. No pocas fueron las personas que se despidieron aquí mismo de sus familiares y amigos, derramando lágrimas por la separación (de ahí, el nombre actual del edificio). Si lo visitas ahora, encontrarás en su interior una exposición que narra la vida diaria de los alemanes durante el periodo de división.
A tan solo unos pasos de aquí encontrarás un pequeño embarcadero en el que puedes tomar distintos barcos para visitar la ciudad desde un punto de vista diferente. Para nosotros, una de las opciones más bonitas es hacer un paseo en barco al atardecer. ¡Te encantará ver Berlín iluminado!
Gendarmenmarkt Platz
Konzerthaus de Berlín
Nuestra siguiente parada es, en nuestra opinión, la plaza más bonita de todo Berlín. Para llegar hasta ella volvemos a Friedrichstraße y giramos por la Jägerstraße, que nos llevará directamente al centro de la plaza. Gira sobre ti mismo y sorpréndete con la belleza del Konzerthaus (también llamado Schauspielhaus), un edificio clasicista con una gran escalinata a sus pies. No dudes en recorrerla y podrás asomarte a un extraordinario y lujoso auditorio de principios del siglo XIX (obviamente, restaurado tras la Segunda Guerra Mundial). En su interior se celebran habitualmente conciertos de música clásica, por lo que te animamos a consultar su agenda si estás interesado en asistir a alguno de ellos.
Catedral Alemana y Catedral Francesa
A ambos lados de esta monumental plaza encontramos dos edificios prácticamente idénticos: la Catedral Alemana (situada al sur) y la Catedral Francesa (situada al norte).
Si te interesa conocer la historia de la democracia en Alemania, la Catedral Alemana es un lugar que no te puedes perder. En ella encontrarás una exposición interactiva que muestra todos los cambios producidos en el sistema parlamentario del país desde 1848 hasta la actualidad.
Frente a ella encontramos la Catedral Francesa, que acoge una pequeña (y curiosa) iglesia en su planta inferior. En ella no encontrarás imágenes religiosas ni altar, pero sus preciosos arcos y su órgano harán que no las eches en falta. En la parte superior, el Museo Hugonote te permite conocer la historia de esta facción protestante y su relación con Berlín y con esta plaza. También podrás asomarte al mirador de su cúpula para obtener una imagen muy diferente de Gendarmenmarkt.
Si visitas Berlín durante el verano, quizás te interese sabe que esta plaza acoge habitualmente diversos espectáculos y conciertos al aire libre. En cambio, si la visitas durante el Adviento encontrarás aquí mismo uno de los mercadillos de navidad más bonitos de la ciudad (y, quizás, de toda Alemania). Como es habitual en las ciudades grandes, hay diversos mercadillos repartidos por toda la ciudad. Si no quieres perderte ninguno, te recomendamos la visita guiada a los mercadillos de navidad.
Bebelplatz
Friedrichstraße continúa en dirección sur, llegando hasta el barrio de Kreuzberg (sabrás que estás en otro barrio en cuanto estés junto al Checkpoint Charlie). Pero nosotros, en lugar de seguir recorriendo esta avenida, volveremos a la majestuosa Unter den Linden para llegar a nuestra próxima parada: la Bebelplatz.
Quema de libros
A pesar de la belleza de sus edificios, lo más destacado de este lugar es su historia. El 10 de mayo de 1933 la Bebelplatz fue escenario de la famosa quema de libros realizada por los nazis, en la que más de 20.000 ejemplares ardieron. Como no podía ser de otra manera, en esta misma plaza encontramos un recuerdo a este acontecimiento. ¡Pero está un tanto escondido! Si quieres encontrarlo, tendrás que esforzarte en desviar la vista de los edificios que rodean la plaza y fijarte en el suelo. En una pequeña zona, los adoquines se convierten en cristal, y dejan ver a tus pies una estancia en la que únicamente vemos unas estanterías blancas vacías. Un monumento minimalista pero efectivo a la hora de recordar lo que aquí sucedió.
Pero sabemos que estás deseando levantar la mirada y disfrutar de la belleza de esta plaza…
Catedral de Santa Eduvigis (St Hedwig)
Si llegas desde Unter den Linden, será el edificio que verás justo frente a ti. Seguro que esta pequeña iglesia llama tu atención inmediatamente gracias a su cúpula (¡parece enorme en relación con el edificio!).
Si no has oído nunca hablar de Santa Eduvigis no te preocupes, ¡nosotros tampoco lo habíamos hecho hasta visitar Berlín! Aunque parezca mentira, esta santa procedente de una familia de alta alcurnia (su padre era Duque de Merania y Margrave de Istria) llevó siempre una vida humilde, dedicada a ayudar a los pobres. En la actualidad, Santa Eduvigis es la patrona de, entre otros lugares, Silesia (una región histórica que abarcaba parte de Polonia y un diminuto fragmento de las actuales Alemania y República Checa), Brandeburgo y Berlín. También de los huérfanos, lo que llevó a J.K. Rowling a poner su nombre a la lechuza del famoso Harry Potter.
Durante el Siglo XVIII, 500 años después de su canonización, el rey de Prusia Federico II el Grande mandó construir la catedral que tenemos justo delante nuestra, conmemorando la llegada de los inmigrantes silesios católicos a Brandeburgo y Berlín.
En la actualidad, la catedral (oficialmente, basílica menor) es la iglesia católica más importante de la ciudad y sede de la diócesis. Como muchos otros edificios de la ciudad, quedó arrasado tras la Segunda Guerra Mundial, por lo que fue necesario reconstruirla en los años 60.
Y, aunque la reconstrucción se realizó sin conservar totalmente la estética original, el resultado es justamente lo que más atractivo (y curioso) nos resultó de este templo. Su fachada exterior, fiel al original, recuerda al Panteón de Roma con su estilo clasista. Pero una vez accedemos al interior, podemos observar una singular distribución en dos plantas. El altar funciona como nexo de unión entre la planta superior e inferior, claramente visibles a la vez gracias a su curiosa estructura. ¿Habías visto algo así antes?
Universidad de Humboldt
Pero volvamos a la plaza para seguir conociendo todos sus rincones… Frente a nosotros, al otro lado de la carretera, y a nuestra izquierda encontraremos dos edificios pertenecientes a la Universidad de Humboldt, la más antigua de Berlín.
Esta universidad fue fundada a principios del Siglo XIX por Federico Guillermo III (aunque, a petición de Wilhelm von Humboldt, de quien toma nombre en la actualidad), bajo el nombre de Universidad de Berlín. Para ello, se aprovechó el Palacio del Príncipe Heinrich, un edificio barroco construido apenas 50 años antes en la Avenida Unter den Linden. Por sus aulas han pasado personajes célebres de la talla de Albert Einstein, Max Planck, Otto von Bismarck o Werner Heisenberg; lo que nos ayuda a hacernos una idea de la importancia de este lugar.
A nuestra izquierda encontramos el que originariamente fuera el edificio neobarroco que acogía la Biblioteca Real, construido a finales del Siglo XVIII. Con el tiempo su uso ha cambiado, y en la actualidad acoge la Facultad de Derecho de la Universidad de Humboldt.
Ópera Nacional Unter den Linden
Y justo frente a la Facultad de Derecho encontramos la Ópera Nacional. Al igual que otros edificios de la Bebelplatz, la Staatsoper fue construida en el Siglo XVIII, siendo la primera ópera independiente de Alemania y la más grande de toda Europa. En su exterior, este edificio conserva el típico estilo clasicista prusiano (aunque con algún toque resultante de la influencia de la arquitectura clásica inglesa). En su interior, ricamente decorado, se apostó por un estilo rococó similar al del Palacio de Charlottenburg o de Sanssouci (en la cercana ciudad de Potsdam). Un incendio acabó con ella a finales del Siglo XIX, al igual que la guerra. Pero aún así, la Ópera Nacional de Unter den Linden ha sabido renacer de sus cenizas, siempre respetando la estética original. Cuando visitamos Berlín la Ópera se encontraba cerrada por obras, pero si tienes la oportunidad no dudes en acudir a algún concierto en su interior. ¡Nosotros nos quedamos con las ganas!
Nueva Guardia (Neue Wache)
Nuestra visita a la plaza termina junto a la Universidad de Humboldt, al otro lado de la avenida Unter den Linden. Allí encontramos la Neue Wache (Nueva Guardia, traducido al español), un edificio de estilo neoclásico, con un bello portal dórico.
A pesar de la belleza del edificio, su interior resulta simplemente sobrecogedor. Una estancia de frías paredes grises, prácticamente vacía, con únicamente una escultura que representa a una madre con su hijo fallecido en brazos, iluminada por la luz (y expuesta a los elementos) debido al óculo situado sobre ella. Es imposible vivir esta escena y no sentir el dolor de esa madre, no recordar todas las muertes causadas por la guerra… No en vano, se trata de un memorial a las víctimas de la guerra y la dictadura.
Museo de Historia Alemana
A tan solo unos pasos de aquí encontraremos el Museo de Historia Alemana. Este museo se encuentra situado en el antiguo arsenal, el edificio barroco más destacado de la ciudad.
En su interior se rememora toda la historia del país desde las primeras culturas y la Edad Media hasta la Reunificación. En él se pueden observar multitud de objetos curiosos, como por ejemplo casitas de muñecas con cuadros de Hitler en sus paredes. ¡Un imprescindible si quieres empaparte de la historia del país!
Justo al lado del Museo de Historia Alemana encontramos el Schlossbrücke (Puente del Palacio), que une Unter den Linden con la Schlossplatz. Sin duda, lo primero que te llamará la atención es la preciosa Catedral de Berlín, a la izquierda, y el antiguo Palacio Real, a la derecha.
Cuando visitamos Berlín, las obras de reconstrucción del Palacio Real estaban prácticamente empezando, por lo que no te podemos hablar en primera persona del resultado. ¡Tenemos pendiente volver cuando esté abierto! De lo que sí te hablamos en nuestro post del Mitte II es de la catedral y de la maravillosa Isla de los Museos (situada a su lado). ¡No te lo pierdas si quieres seguir conociendo Berlín!